EL PROYECTO. LA CLAVE PARA AHORRAR EN LA CONSTRUCCIÓN

EL PROYECTO. LA CLAVE PARA AHORRAR EN LA CONSTRUCCIÓN

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Hoy queremos compartir contigo la que será tu herramienta más valiosa y que supondrá un verdadero ahorro en etapas más avanzadas del proceso.

Digamos que es la primera pieza tangible en el tablero, que materializa tus ideas y todas aquellas horas que has pasado imaginando.

Se trata del PROYECTO, que además será lo que te hará ahorrar tiempo y dinero durante todo el proceso de la reforma.

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Será como poner la primera piedra y esa hay que ponerla muy bien.

Un buen proyecto reúne todas las coordenadas que se requieren para que cada pieza en tu nueva casa encaje en su lugar.

Imagínate cómo ensamblan un automóvil en la fábrica. Tiene que haber una hoja de instrucciones que indique a los operarios cómo armar todas y cada una de las piezas.

Desde el chasis, la carrocería sobre la cual se apoyarán el resto de los elementos, a la instalación de los asientos, el motor, los sistemas hidráulicos, el aire acondicionado, las ventanas, las ruedas, la envolvente, hasta finalmente pintar.

El proceso en una reforma es similar y debe haber una serie de documentos con las instrucciones para cada uno de los operarios, pero que además no deje nada al azar, ni a la interpretación. En definitiva, dejando todo el proceso sumamente claro y por escrito.

Ahora viene lo interesante.

Un proyecto completo se compone de 4 partes que deberán estar en perfecta correspondencia las unas con las otras. Vamos a revisarlas:

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1.- MEMORIA DESCRIPTIVA

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Son todos aquellos textos que recogen una descripción detallada de tu vivienda, estancias, superficies, la normativa que aplica en tu zona, así como los sistemas y materiales que serán empleados en la construcción de paredes, suelos, techos, instalaciones, recubrimientos, etc.

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2.- PLANOS

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Los planos son la herramienta visual del proyecto. Contienen toda la información y representación gráfica que es necesaria para construir. En ellos encontrarás la distribución de los espacios, dimensiones, detalles constructivos, materiales, diagramas de instalaciones, etc.

Dependiendo de la envergadura de la reforma, encontrarás planos cada vez más complejos que sabrán interpretar los profesionales que intervengan en el proceso constructivo.

Los planos más habituales son:

  • Estado Actual (distribución original)
  • Demoliciones
  • Estado reformado (nueva distribución)
  • Alzados o secciones
  • Acabados
  • Fontanería
  • Electricidad
  • Calefacción
  • Aire acondicionado

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3.- MEDICIONES Y PRESUPUESTO.

El diamante de la sortija, sólo por este documento habrá valido la pena contratar a un buen profesional. Esto sí que te va a ahorrar dinero.

Las MEDICIONES son el complemento de los planos. Si los planos son el YING; las mediciones y el presupuesto preliminar son el YANG.

Este documento contiene las cuantificaciones de todas las superficies y unidades del proyecto.

Las agrupa por capítulos y partidas, que describen los trabajos necesarios para la ejecución de la obra, tales como tabiques, suelos, azulejos, enchufes e interruptores, griferías, muebles de baño.

En otras palabras, te indicará la cantidad de materiales y mano de obra que habrá que comprar para cada detalle de la obra, así podrás organizar tu economía y tu financiación.

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¿Pero realmente son necesarios todos estos cálculos, si hacer la reforma de un piso la puede hacer cualquiera?

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Desafortunadamente por desconocimiento, en muchos casos estas mediciones profesionales suelen omitirse o son sustituidas por los fatídicos “presupuestos con partidas globales”, que apenas tienen contenido y describen los trabajos de una manera muy superficial. Generalmente son ofertados por cuadrillas de albañilería que NO son técnicos y que no dominan estas herramientas.

Los inconvenientes asoman a la vuelta de la esquina cuando te dicen que tal o cual cosa no estaba incluida, cuando resuelven a su manera detalles decorativos que no eran la expectativa del cliente, o cuando ejecutan trabajos de mala calidad, etc.

Por supuesto que habrá quien diga que si alguien se ofrece ya sea como albañiles, reformistas o constructores, es que todos sabrán poner un ladrillo y efectivamente, cualquiera con un mínimo de experiencia puede poner un ladrillo…

La diferencia está en la organización y la dirección. Todos los operarios por mucha experiencia que tengan, necesitan ser dirigidos, bien sea por un técnico cualificado o por el cliente… Porque cuando contratas cuadrillas de albañiles, terminas convirtiéndote en uno más. Pasas a ser el canal para resolver dudas y “cómo quieres esto o aquello” …

Es muy difícil que un albañil abarque todos los aspectos de coordinación de oficios y logística que una obra requiere.

Entretanto tú quemas tu tiempo haciendo el papel director de obra, que debería hacer otra persona para que tú puedas atender tus asuntos del día a día y que son la fuente de tus ingresos.

La diferencia entonces, es la planificación del proyecto, la logística de la obra y aún más importante la dirección de la obra.

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¿Se te ocurre alguna otra herramienta que te evite los malentendidos, la repetición de tareas, los problemas… es decir, fugas de tiempo y dinero? La comentamos 😉

Aún con todas estas previsiones, imagínate que un proyecto y su obra tienen vida propia, constantemente moviéndose y recomponiéndose, por lo que hay que tener en cuenta que una reforma es un trabajo artesanal y que siempre habrá flecos que deberán resolverse sobre la marcha.

La cuestión entonces, es intentar anticiparse lo más posible, poniendo mucho empeño e ilusión en estos documentos para intentar definir tantos detalles como sean posibles antes de empezar las obras.